LA ENFERMEDAD A VECES TE DERROTA

Yo comencé este blog con la idea de poder compartir a diario cómo es mi vida y cómo la llevo de la mano con mis enfermedades. Pero me di cuenta de lo difícil que esta "fácil" labor puede ser.

Este mes mis enfermedades han estado de arriba para abajo, pues he tenido muchos cambios alimenticios, de médicos, de hábitos, etc., que han generado que mi cuerpo los resienta y que le cueste adaptarse a los cambios.

Todos los días he querido escribir y compartir diferentes cosas que he probado en las últimas semanas pero me he sentido tan mal que no he podido sentarme a escribir. Y creo justo este es uno de los temas de los que la fibromialgia ataca más: la rutina.

Creo que cuando se tiene una enfermedad, la rutina debería de ser el modo de vida más recomendado, pero "¡oh sorpresa!", cuando uno tiene una enfermedad, no puede planear tanto su día como se quisiera.

Te platico mi situación...

Llevo meses, de verdad meses, queriendo comenzar a hacer ejercicio. Primero porque es una manera sana de cuidarse a sí mismo, segundo porque es una de las recomendaciones más grandes a personas con fibromialgia pues se combate la fatiga, tercero porque quiero aumentar de peso (luego haré un post exclusivamente para este tema) y cuarto porque pues quiero ponerme buena y sexy (jajajaja a final de cuentas también soy mujer y quiero verme bien).

Pero por más que planeo y planeo ya comenzar a hacer ejercicio, nunca llega el día indicado: un día amanezco con migraña, otro día no puedo mover las piernas, otro día simplemente no estoy de humor y otros día amanezco taaaaan cansada que simplemente no me levanto de la cama.

Bueno, ese es uno de los problemas.

Otro ejemplo de cómo a veces la enfermedad me gana, es por ejemplo, hago planes con mi novio, planes familiares o planes sociales. Y pues hay días en los que necesito cancelar todo porque no puedo. En verdad la fatiga y el dolor crónico afectan este tipo de cosas porque, como siempre digo, hay que hacerle caso al cuerpo, y muchas veces lo que te pide es descansar (prometo luego dar algunos tips para ganarle a la fatiga). Pero realmente no puedo ni siquiera planear mi semana porque no sé qué es lo que se me va a presentar (la verdad es que yo ya he llegado al punto de que me puedo esperar cualquier cosa; mi cuerpo se inventa cada cosa que qué barbaridad jaja).

Y bueno, este mes en especial, todo se me ha juntado. Es de esos meses que bien podrían ser un capítulo de "Una serie de Eventos Desafortunados". Y a cualquier persona, con una enfermedad o no, le pasan este tipo de etapas en la vida en donde a veces uno no encuentra la paz.

En este mes descubrí que tengo otra condición (hipotiroidismo), que quizá puedo tener otra enfermedad en intestino o aparato digestivo (ahora mismo están evaluando mis resultados de sangre), he probado la Medicina Funcional (promeeeto platicar mis experiencias) y pues también estoy lidiando con una nueva enfermedad en la familia: a mi mamá le detectaron cáncer de tiroides.

Lo sé. Son muchas cosas. Y eso que sólo estoy compartiendo la parte de "salud".

Y por lo menos en este tiempo, he descubierto que realmente, aunque suene a cliché, la actitud lo es todo.

Seguramente alguna vez has pasado por estas etapas/ciclos de la vida, y ¿sabes? no pasa absolutamente nada. En este tiempo he aprendido muchas cosas y sobretodo a trabajar en mi positivismo. En verdad te lo digo, no podemos dejar que las cosas que nos rodean no derroten, y MENOS una enfermedad crónica; en el momento en el que dejemos nuestro cuerpo nos gane, estaremos realmente jodidos.

Si estás en una situación difícil o en una crisis de tu enfermedad, quizá estos consejos te puedan ayudar (ya me siento coach de vida, pero no lo soy):

- Consiéntete: trata de darte unos minutos al día para darte un baño caliente con música o aromaterapia. O si te gusta ponerte mascarillas en la cara, házlo. Si te entretiene leer, acomodar tu cuarto, hacer un sudoku o lo que sea, de verdad, regálate unos minutos todos los días. Te juro a mí me ayudó.

- Platica con tus seres queridos: yo sé que muchas veces cuando nos sentimos muy mal, cuando llevamos muchos días en cama, cuando nos están pasando muchas cosas al mismo tiempo, lo primero que queremos hacer es aislarnos. PERO NO, esa no es la solución. Yo he comprobado que hablando de los que ocurre dentro de nosotros, es mucho más liberador y nos hace ver las cosas con más claridad. De verdad, si no lo haces, te terminas sintiendo sol@.

- Escucha a tu cuerpo: si quieres dormir, duerme. Si quieres comer cosas deliciosas, come cosas deliciosas. Si se te antoja salir a caminar, sal a caminar. Lo que tú decidas está más que perfecto. Sólo tú sabes qué es lo que te va a hacer sentir mejor. Es por eso que éstas 3 semanas decidí desconectarme de todo y darme tiempo a mí.

- Acude a tu médico: es importante que si estás en una crisis muy fuerte de fibromialgia, o de la enfermedad que tengas, acudas a tu médico para ver si hay alguna forma de que la crisis sea menos grave y que se pase más rápido. Yo lo sé, a veces es cansado tener que ir tan seguido al doctor, pero creo que es una buena solución a la crisis. Si ya te da pena ir al médico, escríbele, siempre contestan. Yo este mes creo que le escribí 5 veces a mi doctor y acudí 2 veces con él. No pasa nada. Para eso está, para ayudarte.

- No dejes que la enfermedad de derrote: es en serio, no hay que permitir que la fibromialgia, o que cualquier enfermedad, te gane. Recuerda que somos más fuertes y que sólo es cosa de entender que no se arregla de la noche a la mañana y que solamente se requieren de pequeños esfuerzos diarios para que la crisis vaya desapareciendo. Por ejemplo: un día por más que no puedas levantarte, por lo menos levántate y arregla tu recámara. Al día siguiente, cocina algo; luego haz un poco de ejercicio (yo recomiendo estiramientos, esos los puedes hacer en cama). Y así te la puedes ir llevando. No tienes que acabar con la crisis en un día. A mí me tomó 3 semanas poder sentarme a escribir, a ayudar en cosas de la casa, a ponerme a trabajar. Tardes lo que te tardes, ¡pero no te rindas!

- Encuentra algo que te motive: ya sé, esto es lo más cursi que seguro voy a escribir en la historia, pero por ejemplo: esta semana me motivó muchísimo que hubieran muchas personas escribiéndome por todos los medios buscando mi ayuda y consejo para sobrellevar la fibromialgia. También me motivó que estoy por comenzar un nuevo negocio con mi novio, que a él le llegó una muy buena oportunidad laboral, que a mi papá le están llegando nuevos clientes, que mi mamá, a pesar del cáncer, está muy positiva y motivada. Siempre hay que tener razones para poder salir adelante, si no lo hacemos, nos vamos a quedar en el horroroso círculo vicioso de la fibromialgia, donde cada vez nos vamos a sentir peor si no salimos de la cama.

En fin, espero que si algún día tienes una crisis de fibromialgia (o de lo que sea) sepas que siempre está en nosotros mismos salir de ella. NADIE nos va a rescatar y sólo en nosotros está la responsabilidad de ir creando nuestro día a día. Si de verdad no te puedes levantar de la cama, tampoco pasa nada, pero puedes consentirte leyendo un libro lindo, o viendo películas de Disney o comiendo algo rico en cama. Sólo no hay que dejarse hundir.

Yo por mi parte, espero empezarme a sentir mucho mejor para poder subir todo le contenido que ustedes me han pedido.

Cuéntame, ¿de qué quisieras que escribiera en los próximos días?